Guauuuu, esta NO es mi terapia cognitiva me la han cambiado
Desde el punto de vista neuropsicológico me parece muy interesante, suponiendo que lo haya entendido bien.
Para la terapia cognitiva el modo en que construimos el mundo sería lo que determinaría nuestras emociones y conductas. Se supone que si cambiamos la manera de pensar, también logramos cambios a nivel fisiológico y motor completando así el triple sistema de respuesta.
El esquema sería: Pensamientos (componente subjetivo-cognitivo)
respuestas fisiológicas
respuestas motoras (componente conductual de evitación-escape)
Pero tú Javier, lo que propones es justo lo contrario… empezar la cadena por el final. Cambiar 1º la conducta motora (que me mueva y haga algo ya porque habría más conexiones neuronales) y como resultado habría cambios a nivel cognitivo (mi forma de pensar) y en la conducta.
Conducta motora de acercamiento o exploración
pensamientos
respuestas fisiológicas.
Si la terapia cognitiva produjera estos cambios en este orden (1º conducta motora) sí sería efectiva. He entendido bien?
Por otra parte dices que, las conexiones del sistema límbico hacia el córtex prefrontal son riquísimas pero NO son bidireccionales y por tanto NO se influyen recíprocamente. Según las imágenes y lo que comentas, el cerebro tiene MUCHÍSIMAS conexiones desde las emociones a los pensamientos pero los pensamientos MUY POCAS hacia las emociones por eso
las emociones “se llevan el gato al agua” y tienen mucho más poder para dominar los pensamientos que al revés.
Del párrafo anterior deduzco que si yo quiero dejar la cocaína por ejemplo, NO es suficiente con que yo “piense” o sepa que el consumo de sustancias es algo dañino para mí sino que además o mejor dicho,
primordialmente tengo que “sentirlo”, supongo que a través de las consecuencias no?
Y todo esto se debe al cerebro que está diseñado de esta forma particular, si estuviera diseñado al revés la terapia cognitiva síiiiiiiiii sería efectiva, fascinanteeeeeee no?!!!!
Es una visión de la terapia cognitiva totalmente diferente a la que hemos aprendido en los manuales. Desde este punto de vista síiiiiiiiiii que tiene sentido algunas de las limitaciones de la terapia cognitiva, por ejemplo: que no siempre se pueden modificar las cogniciones, que el cambio cognitivo no siempre supone un cambio emocional y que la propia terapia cognitiva subestima el papel de las emociones que influyen muchísimo en la estructuración cognitiva de mis experiencias.
Por cierto, las imágenes una pasada
Javier, una vez más mil gracias por ofrecernos puntos de vista diferentes y por romper nuestros esquemas, al menos a mí me los has destrozao vivos
aunque gratamente haya sido para bien.