Ha sido una lástima que no haya podido conoceros a la mayoría, pero al final el viaje a Madrid ha sido un despropósito No recuerdo ningún otro día en el que se me hayan torcido tanto las cosas...Asakamaya escribió:Me faltó saludar a mucha gente, incluso al día siguiente... P. ej. Ibsen... me hubiese gustado verte.
Salimos de casa a las 2 de la madrugada y viajamos toda la noche, como teníamos previsto, y fuimos rumbo a las Rozas donde íbamos a coger el tren de cercanías hasta Atocha. Decidimos ir en mi coche (mi chico y yo) porque era el más nuevo de todos para evitarnos problemas (jaja! me parto el eje). Llegando al Pinar de las Rozas, en la rotonda del Carrefour, se para el coche Eran las nueve menos cuarto de la mañana y había mucha movida de coches. Todo el mundo pitando y nosotros atrancando el tráfico en plena rotonda y el coche que no iba. No me lo podía creer!! Faltaban unos pocos metros (200 más o menos) para llegar a la estación y el coche no había forma de moverlo. Me sentí como el copiloto de Carlos Sainz: "por dios, trata de arrancarlo!!!" Entonces paró un chico y nos preguntó si necesitábamos algo. Le dije si, por favor, podría llevarme hasta la estación de tren. Me dijo que sí. Cogí la ropa para cambiarme en el baño y subí en el coche. Mi chico se quedó tirado en la rotonda, con todo el fregao, esperando a que llegara la grúa
Se nos rompieron todos los planes. Yo tuve que coger el tren sola de camino a Atocha y mi chico se quedó en la rotonda. Y nosotros que queríamos vivir juntos el día de la asignación... Con los nervios que llevaba, perdí el billete de tren y, cuando llego a la estación, no lo encuentro. Me acerco a uno de los empleados de Renfe y le digo que perdí el billete. Me dijo que me iba a tener que poner una multa y yo al escuchar la palabra "multa" me pongo a llorar. "Dígame lo que tengo que hacer, pero tengo que estar en el Ministerio de Sanidad a las 11.30". Estaba que no daba más. El pobre hombre se compadeció de mi y me dijo: "Deja ahí las bolsas y tranquilízate. Si tienes internet en el móvil, dime exactamente a dónde tienes que ir y te digo cómo llegar".
Cuando llegué al Ministerio respiré tranquila. Estuve hablando con gente de Galicia, unos que conocía de la academia y otros que no conocía: Ervepa, Atl, Gaiha (¡todas muy majas!). A INICA no la vi hasta que estábamos sentados dentro. Estoy contenta porque nos ha tocado más o menos lo que queríamos Después de todo, pude quedarme en Galicia. Pensaba: "con el día que llevo, voy a resbalar, pulsar el intro con los dientes y escoger plaza en el peñón de Gibraltar"
Al salir, no esperé nada y marché a ver cómo se había solucionado al final lo del coche. Cuando llegué a la estación de las Rozas, estaba mi chico esperándome y allí sí que pudimos darnos un gran abrazo y lloré lo que no había llorado a la salida del Ministerio
El coche no me lo trajeron hasta el martes 15 y no lo consiguieron arreglar hasta ayer. No sabían qué le pasaba, porque el ordenador no detectaba avería ninguna y decían que estaba todo bien. Que era increíble que no arrancase. Al final lo que pasaba es que tenía mal un fusible que me ha costado 30 céntimos en una gasolinera ¡Vaya cristo por un fusible...! Como decimos en Galicia: "habelas, hailas..."
He tenido muuuuucha pena por no haber podido disfrutar el día en condiciones y con más calma y conoceros a muchos de vosostros. Le decía a mi chico cuando veníamos de vuelta a casa: "Pfffff, no he conocido ni a Amaya"
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado