Estoy harta de las impugnaciones, ¡me dan ganas de no hacer ninguna! Recuerdo preguntas de convocatorias anteriores como la de la dependencia/abuso y digo, ¿para qué? ¿Realmente anularán algo, visto lo visto? Teniendo en cuenta que hay como 10 preguntas impugnables contando por lo bajo, creo yo, y que cada cual quiere impugnar la que le conviene como es normal, ¿de qué va a servir tanto esfuerzo? Si las impugnaciones van "al peso" lo que funcionaría es que sólo hubiese un par de preguntas claramente impugnables en las que centrarnos todos. Pero el problema no somos nosotros, el problema es la mie*** de examen que fabrican.
Encima no puedo evitar la idea de que si anulan algo es posible que acabe con menos puntos de los que tengo. Debería llevar de vacaciones desde el 23 de enero,
¡es tan frustrante! Aquí realmente iba una ristra muy larga de palabras malsonantes que he reprimido.
Siento el desahogo personal, creo que al final voy a tratar de impugnar 4, pero verdaderamente podrían ser 10. Lo que pasa es que estoy muy cansada ya.
Menos mal que mañana se acaba esta locura.
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