Delirium

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Delirium

Características diagnósticas (DSM-IV-TR)

A.- Alteración de la conciencia (p.ej., disminución de la capacidad de atención al entorno) con disminución de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención.

B.- Cambio en las funciones cognoscitivas (como déficit de memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de una alteración perceptiva que no se explica por la existencia de una demencia previa o en desarrollo.

C.- La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas o días) y tiende a fluctuar a lo largo del día

D.- Demostración a través de la historia, de la exploración física y de las pruebas de laboratorio de que la alteración es un efecto fisiológico directo de una enfermedad médica o del consumo de sustancias o por los efectos secundarios de medicamentos

Clasificación

-- Debido a enfermedad médica

-- Inducido por sustancias

-- Debido a múltiples etiologías

-- No especificado

Epidemiología

Es el trastorno mental de más alta incidencia. Gran número de casos en hospitales (en algunos casos debidos a la patología de ingreso pero también a causa de la falta de estímulos y la desorientación temporal en las UCIs). Menor número de casos en la comunidad. Es más frecuente en niños y en personas mayores de 60 años. Otras personas con riesgo son pacientes con patología cerebral preexistente, adictos al consumo de drogas, personas que han sufrido un traumatismo cerebral.

Curso

Comienzo rápido (horas o días), los síntomas evolucionan hasta aparecer el cuadro completo al 3º día. A veces se presenta unos síntomas prodrómicos como fatigabilidad, astenia, apatía, labilidad afectiva, fluctuaciones en la atención, concentración, memoria, sensibilidad a la luz y al sonido, insomnio... Presenta fluctuaciones de la sintomatología a lo largo del día, con empeoramientos nocturnos. Duración breve (normalmente no más de 1 mes, quedando limitada su duración en la CIE-10 a un máximo de 6 meses). Si se corrige o autolimita pronto el factor etiológico subyacente, es más probable que la recuperación sea completa. El cuadro también puede evolucionar hacia un deterioro crónico.

Diagnóstico Diferencial

Demencia

Lo más habitual consiste en establecer si el sujeto padece una demencia en lugar de un delirium, si tiene sólo un delirium o si éste se sobreañade a una demencia preexistente. En la demencia el sujeto no tiene la alteración del nivel de conciencia. Para determinar si existe una demencia previa al cuadro de delirium, la información del entorno del paciente es muy importante.

Trastornos psicóticos

En el delirium, los síntomas psicóticos fluctúan, son fragmentarios y no sistematizados, se presentan en el contexto de una disminución de la capacidad para mantener y dirigir la atención y van a menudo asociados a alteraciones del EEG. Además, en el delirium es frecuente el deterioro de la memoria y la desorientación (que no se da en los trastornos psicóticos). Finalmente, en el delirium suele haber pruebas de la existencia de una enfermedad médica subyacente, intoxicación o abstinencia de sustancias o del consumo de medicamentos.

Simulación y trastorno facticio

En este tipo de trastornos es frecuente la presentación atípica de los síntomas y la ausencia de una enfermedad médica o de una sustancia que se relacione etiológicamente con la aparición del cuadro.

Etiología

Múltiples causas. Se ha considerado que la alteración primaria afecta al sistema activador reticular ascendente (SARA) situado en el tronco cerebral, y en regiones subcorticales. También parecen estar afectadas otras estructuras mantenedoras de la atención como el sistema límbico y lóbulos frontales.

Tratamiento

1º- resolver la causa que originó el cuadro

2º- Medidas generales: prevenir más delirium y complicaciones. Neurolépticos alta potencia a dosis bajas (si agitación)



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