. JUSTIFICACIÓN DE LA IMPUGNACIÓN
2. Fontes de Gracia, S., García Gallego, C. (2008). Diseños de investigación en psicología. UNED.
3. Hernández Ávila, M., Garrido, F., & Salazar Martínez, E. (2000). Sesgos en estudios
epidemiológicos. Salus Pública de México , 42 (5), 438-446.
4. Martin, D. W. (2008). Psicología experimental. Cómo hacer experimentos en psicología.
Paraninfo.
5. Navas Ara, M. J. (2010). Métodos, diseños y técnicas de investigación psicológica. Madrid:
UNED.
6. Rothman, K. J. (1987). Epidemiología moderna. Massachusetts: Díaz de Santos.
JUSTIFICACIÓN:
La respuesta aprobada por la comisión no se considera correcta, siendo la opción correcta, en todo
caso, la número 3. Por ejemplo, en el Manual de epidemiología moderna (Rothman, 1987), “se pueden
describir muchas variedades del sesgo de selección. El elemento que todas tienen en común es que la
relación entre exposición y enfermedad es diferente para los que participan y para aquellos que serían
teóricamente elegibles para el estudio pero no participan”. Más claramente y tal y como aparece en el
artículo Sesgos en estudios epidemiológicos (Hernández Ávila, Garrido, & Salazar Martínez, 2000), los
sesgos de selección “son errores sistemáticos que se introducen durante la selección o el seguimiento
de la población en estudio y que propician una conclusión equivocada sobre la hipótesis en evaluación.
Los errores de selección pueden ser originados por el mismo investigador o ser el resultado de relaciones
complejas en la población en estudio que pueden no ser evidentes para el investigador y pasar
desapercibidas. En este contexto, una posible fuente de sesgo de selección puede ser cualquier factor
que influya sobre la posibilidad de los sujetos seleccionados de participar o permanecer en el estudio y
que, además, está relacionado con la exposición o con el evento en estudio”. Mientras que en el mismo
documento, se indica dentro de los sesgos de confusión “se puede entender como un problema de
comparabilidad cuyo origen está ligado a la imposibilidad de realizar una asignación aleatoria de la exposición
en los sujetos de estudio. El objetivo de la asignación al azar de los tratamientos (de la exposición)
en los estudios experimentales es lograr la formación de grupos homogéneos en lo que se refiere
a todas las características que puedan influir en el riesgo”. Por lo tanto, parece que la aleatorización
tiene más que ver con los sesgos de confusión que con los sesgos de selección.
En innumerables manuales de metodología se señala como una de las características principales de los
diseños experimentales la aleatorización o asignación aleatoria, por ejemplo en el manual Diseños de
investigación en psicología (Fontes de Gracia, 2008). Además, esta cualidad es la que los diferencia
fundamentalmente de los diseños cuasi-experimentales, en lo que la asignación no es aleatoria (pregunta
que ha aparecido por ejemplo en la convocatoria de 2011, pregunta 247). Teniendo en cuenta que los
diseños experimentales se pueden clasificar en intergrupo (intersujeto, entre-sujetos) e intragrupo (intrasujeto);
se considera que en ambos, debe haber asignación aleatoria, ya que son experimentales. Se
aporta como ejemplo de bibliografía el manual Métodos, diseños y técnicas de investigación psicológica
(Navas Ara, 2010). En él se indica “la característica diferenciadora de los diseños cuasi-experimentales
frente a los experimentales es que la regla de asignación, el criterio que especifica qué sujetos van a
cada condición experimental, nunca es aleatoria”. Debemos tener en cuenta que, por ejemplo, en los
diseños intrasujeto en los que utilizamos el contrabalanceo, “es posible asignar los niveles de manera
aleatoria o aleatorizar en los bloques” (Martin, 2008).
De nada Hipotalamo-Locuaz.