Sobrerregularización: tendencia a regularizar todos los verbos, es decir a aplicar las terminaciones de los verbos regulares a todos los verbos, aunque sean irregulares. Ejemplo: “hacido” por “hecho”.
Sobreextensión: utilización de una sola forma léxica (palabra) para referirse a varios conceptos pero que normalmente comparten ciertas propiedades. Por
ejemplo, utilizar el término “perro” para referirse a cualquier animal de cuatro patas (opción 1 CORRECTA).
FENÓMENOS EN LA ADQUISICIÓN TEMPRANA DEL LÉXICO
a)
Dependencia del contexto. Al principio, cuando se aprende una palabra, se utiliza sólo en contextos muy específicos (p.ej., sólo se utiliza la palabra perro para designar un dibujo concreto) y sólo cuando el desarrollo léxico ha tenido lugar se empieza a descontextualizar, es decir, a ser utilizada en un rango mucho más amplio de situaciones (p.ej., para designar cualquier dibujo que represente a un perro)
b)
Subextensiones. Consiste en el uso por parte del niño de una palabra en distintas situaciones para referirse sólo a una parte de un conjunto mucho más amplio de objetos, acciones, estados o propiedades (p.ej., la utilización de la palabra perro sólo para una raza de perros).
c)
Sobreextensiones. Consiste en la utilización de una sola forma léxica para referirse no sólo a un conjunto de objetos, acciones, estados o propiedades que están correctamente etiquetadas con una palabra, sino también y de forma errónea para referirse a otros conceptos diferentes que normalmente comparten ciertas propiedades; por ejemplo, el niño utiliza la palabra perro para referirse correctamente a los diversos tipos y razas de perros, pero también a otros animales que comparten ciertas características, como que tienen cuatro patas, que son aproximadamente del mismo tamaño, etc.)
d)
Solapamiento. Consiste en la utilización de una palabra de forma sobreextendida respecto a referentes no apropiados, pero al mismo tiempo se utiliza de forma restringida, ya que sólo se utiliza para referirse a algunos, pero no a todos los referentes apropiados; por ejemplo, la utilización del término perro para referirse a los perros grandes y a otros mamíferos de gran tamaño como las vacas y los caballos, pero no para referirse a los perros pequeños.
e)
Desajuste. Algunas veces los niños utilizan las palabras de forma completamente diferente de lo que dicta el lenguaje adulto, no existiendo en este caso ningún solapamiento entre ambas referencias; por ejemplo, cuando un niño decide utilizar la palabra pato no para referirse a algún animal o pájaro, sino para referirse al lago en el que suele encontrar los patos y donde ha oído la palabra.