En la
escala ordinal se asignan números a objetos para indicar la extensión relativa en que se posee una característica. Se clasifica a las personas, eventos u objetos en una posición con relación a cierto atributo, pero sin indicar la distancia que hay entre las posiciones. Cuando se asignan números es sólo para indicar el orden de las posiciones de lo que se está clasificando.
Esta escala no solo permite la identificación y diferenciación de los sujetos sino que además permite establecer relaciones del tipo “mayor que” o “menor que”, aunque no se plantea una distancia entre unas medidas y otras. En este caso, la asignación de números a las distintas categorías no puede ser completamente arbitraria, debe hacerse atendiendo al orden existente entre éstas.
Un
ejemplo sería la variable estatus socioeconómico con tres supuestas modalidades: (1) “bajo”, (2) “medio” y (3) “alto”; en este caso los números no sólo indican una diferencia de modalidades sino también verifican un orden entre ellas, de mayor a menor, o viceversa.