Esa sí
La aserción negativa. Se emplea cuando el sujeto está siendo atacado y se ha equivocado. Implica hacer que el sujeto admita su error y cambie inmediatamente a autoverbalizaciones positivas. Smith la define como la “técnica que nos enseña a aceptar nuestros errores y faltas (sin tener que excusarnos por ellos) mediante el reconocimiento decidido y comprensivo de las críticas, hostiles o constructivas, que se formulan a propósito de nuestras cualidades negativas”.
El recorte. Es apropiada tanto si los pacientes están siendo atacados y no están seguros de haber cometido un error, como si piensan que están siendo atacados por medio de señales no verbales, pero el contenido que se expresa no es claramente de enfrentamiento. Cuando recorta, el sujeto contesta sí o no con mínima “libre información”, esperando que la otra persona aclare el asunto. Por ejemplo, si la persona prepara el desayuno todos los días, pero esa mañana no lo ha hecho y alguien le dice “el desayuno no está preparado”, la persona contesta “sí, es cierto” y espera.
El disco rayado. Se utiliza para hacer peticiones y/o rechazar una petición poco razonable o a la que no queremos acceder. Consiste en la repetición continua del punto principal que queremos expresar no prestando atención a otros puntos de la conversación que no nos interesan.
La inversión. Se emplea cuando el sujeto pide algo y parece obvio que la petición será rechazada; sin embargo, la otra persona no ha dicho todavía “no, sino que está dando toda una serie de razones por las que la petición será probablemente rechazada. El sujeto pide simplemente que se le diga “sí” o “no”. De esta forma, es más probable que la próxima vez obtenga un “sí”, ya que la gente parece recordar mejor sus contestaciones negativas directas que las indirectas y en sus intentos de ser justo con los demás, equilibrará las contestaciones “sí” y “no”.