lereme escribió: ↑Lun May 08, 2023 10:51 pm
Al igual que la opción 2 puesto que como podéis ver los trastornos del cortejo irían englobados en los que se basan en preferencias de objeto no en las de actividad.
Perdona lereme, creo que querrás decir: " los trastornos del cortejo irían englobados en los que se basan en preferencias de actividad NO en las de objeto"
Si, me he contradicho en la afirmación XD ¡perdón! Gracias por la observación ARUSA
"Confiar en ti mismx no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso "(Bandura)
pues dudo entre la 1 y la 2 porque la 1 me parece muy poco.. pero la 2 me parece mucho jajaja y considerando que en la AN no hay tanta impulsividad como en la BN voy a decir 1
¿Qué caracteriza al modelo de procesamiento predictivo de Kube del TSS?
1) Postula que las experiencia tempranas relacionadas con la enfermedad (propias o ajenas) y las experiencias negativas con los servicios de salud conducen a la formación de creencias disfuncionales sobre los síntomas, la enfermedad y las conductas de salud.
2) Mantiene que los síntomas están fundamentados fisiológicamente asociandose a varios correlatos biológicos como: aumento de la excitabilidad autonómica, cambios en el sistema neuroendocrino, activación disfuncional del sistema inmune, anormalidades de ciertos aminoácidos, monoaminas y neurotransmisores y deficits en los procesos y filtros de atención y percepción.
3) Distingue entre factores predisponentes y precipitantes: experiencias previas de adversidad, neuroticismo y alta sensibilidad a la amenaza, eventos vitales, infecciones (virus, etc.), estresores; además de factores perpetuadores: cognitivos (rumiación, atención focalizada, atribuciones), fisiológicos (activación, hipocortisolismo), conductuales (evitación, respuestas reparadoras de la enfermedad) y sociales o afectivos (incertidumbre sobre el sistema de salud, ausencia de guías o explicaciones).
4) Pretende integrar teorías cognitivas de la expectativa, que enfatizan cómo las expectativas disfuncionales sobre la salud y la enfermedad vuelven cada vez más inmunes a las personas a la información no confirmatoria, a través de procesos de reevaluación cognitiva, etiquetados como “inmunización cognitiva”.