aviso que en los próximos días iré aumentando el grado de dificultad de las preguntas. No podemos dormirnos en los laureles que en menos que canta un gallo tenemos la convocatoria en la calle
La justificación de las preguntas más complicadas las tenéis escondiditas, por si alguien quiere copiar y pegar lo que considere conveniente.
1.- ¿Cuál de los siguientes trastornos suele comenzar entre los 3 y los 6 años, alcanzando un pico de prevalencia y de gravedad en la adolescencia tardía o en la edad adulta temprana?
1) Trastorno del comportamiento del sueño REM
2) Síndrome de las piernas inquietas
3) Narcolepsia
4) Trastorno de pesadillas
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DSM-5, página 405
Las pesadillas suelen comenzar entre los 3 y los 6 años, pero alcanzan un pico de prevalencia y de gravedad en la adolescencia tardía o en la edad adulta temprana. Las pesadillas aparecen con más probabilidad en los niños expuestos a factores estresantes psicosociales agudos o crónicos y, por tanto, puede que no se resuelvan de forma espontánea. En una minoría persisten las pesadillas frecuentes hasta la edad adulta, originando una alteración de por vida. Aunque el contenido especifico de las pesadillas puede reflejar la edad del sujeto, las características principales del diagnóstico son las mismas en todos los grupos de edad.
2.- ¿Qué trastorno, NO existente en el DSM-IV-TR, es propuesto en el DSM-5?
1) Bipolar II
2) Ciclotimia
3) Trastorno por excoriación
4) Distimia
3.- ¿En qué trastorno del DSM-5, los síntomas se reconocen normalmente durante el segundo año de vida (12-24 meses de edad), pero se pueden observar antes de los 12 meses si los retrasos del desarrollo son graves, o notar después de los 24 meses si los síntomas son más sutiles?
1) Trastorno por déficit de atención/hiperactividad
2) Trastorno del espectro autista
3) Trastorno de ansiedad generalizada
4) Fobia específica
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DSM-5, página 55
También se deberían describir la edad y el patrón de inicio en el trastorno del espectro autista. Los síntomas se reconocen normalmente durante el segundo año de vida (12-24 meses de edad), pero se pueden observar antes de los 12 meses si los retrasos del desarrollo son graves, o notar después de los 24 meses si los síntomas son más sutiles. La descripción del patrón de inicio puede incluir información acerca de los retrasos tempranos del desarrollo o de cualquier pérdida de capacidades sociales o de lenguaje. En los casos en que se han perdido capacidades, los padres o cuidadores pueden explicar la historia del deterioro gradual o relativamente rápido de los comportamientos sociales o las capacidades del lenguaje. Normalmente, esto ocurriría entre los 12 y 24 meses de edad, y se debe plantear la distinción de los casos raros de regresión del desarrollo que ocurren después de, por lo menos, 2 años de desarrollo normal (previamente descrito como trastorno desintegrativo de la infancia).
Las características conductuales del trastorno del espectro autista empiezan a ser evidentes en la primera infancia, presentando algunos casos falta de interés por la interacción social durante el primer año de vida. Algunos niños con trastorno del espectro autista presentan una paralización o una regresión del desarrollo con deterioro gradual o relativamente rápido de los comportamientos sociales o el uso del lenguaje durante los primeros 2 años de vida. Estas pérdidas son raras en otros tras-tornos y pueden utilizarse como "señal de alerta" para el trastorno del espectro autista. Mucho más infrecuentes son —y justifican un estudio médico más extenso— las pérdidas de capacidades más allá de la comunicación social (p. ej., las pérdidas del autocuidado, de la capacidad de ir al lavabo, de las capacidades motoras) o las que ocurren después del segundo aniversario.
4.- ¿En qué trastorno del DSM-5, los primeros síntomas implican frecuentemente un retraso en el desarrollo del lenguaje, acompañado a menudo por falta de interés social o interacciones inusuales, patrones de juego extraños y patrones de comunicación inusuales?
1) Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
2) Mutismo selectivo
3) Trastorno negativista desafiante
4) Trastorno del espectro autista
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DSM-5, página 56
Los primeros síntomas del trastorno del espectro autista implican frecuentemente un retraso en el desarrollo del lenguaje, acompañado a menudo por falta de interés social o interacciones sociales inusuales (p. ej., llevar a alguien de la mano sin intentar mirarle), patrones de juego extraños (p. ej., lle-var juguetes de un lado a otro sin jugar con ellos) y patrones de comunicación inusuales (p. ej., saber el alfabeto pero no responder a su propio nombre). Puede sospecharse una sordera, pero normalmente se descarta. Durante el segundo año, los comportamientos extraños y repetitivos y la ausencia de juego característica se hacen más evidentes. Como muchos niños pequeños de desarrollo normal tienen fuertes preferencias y les gusta la repetición (p. ej., comer los mismos alimentos, mirar el mismo vídeo varias veces), puede ser difícil distinguir los comportamientos restringidos y repetitivos típicos del trastorno del espectro autista en los niños de edad preescolar. La distinción clínica se basa en el tipo, la frecuencia y la intensidad del comportamiento (p. ej., un niño que alinea objetos durante horas cada día y presenta mucho malestar si se le mueve cualquiera de esos objetos).
El trastorno del espectro autista no es un trastorno degenerativo y es normal que el aprendizaje y la compensación continúen durante toda la vida. Los síntomas a menudo son muy marcados durante la infancia temprana y en los primeros años escolares, con mejoría del desarrollo típico en la infancia más tardía, al menos en algunas áreas (p. ej., aumento del interés por la interacción social). Una pequeña proporción de individuos se deteriora conductualmente durante la adolescencia, mientras que la mayoría mejora. Solamente una minoría de individuos con trastorno del espectro autista vive y trabaja independientemente en la edad adulta; los que lo hacen tienden a tener mayores capacidades lingüísticas e intelectuales y logran encontrar un área que compagina sus especiales intereses y capacidades. En general, los individuos con un nivel menor de deterioro pueden ser más capaces de funcionar independientemente. Sin embargo, incluso estos individuos pueden seguir siendo socialmente ingenuos y vulnerables, pueden tener dificultades para organizar las exigencias prácticas sin ayuda y pueden tener tendencia a la ansiedad y a la depresión. Muchos adultos describen que utilizan estrategias de compensación y afrontamiento para esconder sus dificultades en público, pero sufren el estrés y el esfuerzo de mantener una fachada social aceptable. Se sabe muy poco sobre la edad avanzada en el trastorno del espectro autista.
Algunos individuos consultan para un primer diagnóstico en la edad adulta, quizás impulsados por el diagnóstico de autismo en un niño de la familia o un empeoramiento de las relaciones en el trabajo o en casa. En tales casos puede ser difícil obtener una historia detallada del desarrollo y sería importante tener en cuenta las dificultades descritas por el propio paciente. Cuando la observación clínica sugiere que actualmente se cumplen los criterios, se puede diagnosticar el trastorno del espectro autista siempre que no haya pruebas de una buena capacidad social y de comunicación durante la infancia. Por ejemplo, la descripción (por los padres u otro familiar) de que el individuo tenía amistades recíprocas normales y continuadas, y buenas habilidades para la comunicación no verbal durante toda la infancia, descartaría el diagnóstico de trastorno del espectro autista; sin embargo, la ausencia de información en sí no sería motivo para descartar el diagnóstico.
Las manifestaciones de deterioro social y de la comunicación, y los comportamientos restringidos/ repetitivos que definen el trastorno del espectro autista, son claros en el período de desarrollo. En etapas posteriores de la vida, la intervención y la compensación, y también los apoyos actuales, pueden enmascarar estas dificultades en, al menos, algunos contextos. Sin embargo, los síntomas son suficientes como para causar deterioro actual en el funcionamiento social u ocupacional, o en otras áreas.
5.- ¿En qué sección del DSM-5 se clasifica el Trastorno de despersonalización/desrealización?
1) En los trastornos relacionados con traumas y factores de estrés
2) En los trastornos del estado de ánimo
3) En los trastornos disociativos
4) En los trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados
6.- ¿Cuál de los siguientes trastornos de personalidad NO pertenece al Grupo B?
1) Trastorno de la personalidad límite
2) Trastorno de la personalidad narcisista
3) Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
4) Trastorno de la personalidad histriónica
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Trastornos de la Personalidad: Grupo B
- Trastorno de la personalidad antisocial
- Trastorno de la personalidad límite
- Trastorno de la personalidad histriónica
- Trastorno de la personalidad narcisista
Trastornos de la Personalidad: Grupo C
- Trastorno de la personalidad evasiva
- Trastorno de la personalidad dependiente
- Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
7.- ¿Cuál de los siguientes trastornos está presente en el DSM-IV-TR pero NO se incluye en el DSM-5?
1) Trastorno psicótico breve
2) Trastorno psicótico compartido
3) Trastorno esquizofreniforme
4) Esquizofrenia
8.- ¿Cuál de los siguientes trastornos se presenta antes de los 6 años en el 80-90% de los individuos afectados, situándose la edad de inicio entre los 2 y 7 años?
1) Trastorno de la fluidez de inicio en la infancia (tartamudeo)
2) Trastorno de la comunicación social (pragmático)
3) Trastorno de ansiedad social
4) Trastorno de ansiedad generalizada
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DSM-5, página 46 y 48
El trastorno de la fluidez de inicio en la infancia o tartamudeo del desarrollo se presenta antes de los 6 años en el 80-90 % de los individuos afectados, situándose la edad de inicio entre los 2 y 7 años. El inicio puede ser insidioso o más repentino. Típicamente, las disfluencias empiezan gradualmente con repetición de las consonantes iniciales, las primeras palabras de una frase o las palabras largas. El niño puede no ser consciente de estas alteraciones de la fluidez. Cuando el trastorno progresa, las disfluencias llegan a ser más frecuentes e interfieren más, ocurriendo en las palabras o frases más significativas de lo que se expresa. Cuando el niño llega a ser consciente de la dificultad para hablar, puede desarrollar mecanismos para evitar la disfluidez y las respuestas emocionales asociadas, evitando, por ejemplo, hablar en público y utilizando frases cortas y sencillas. Los estudios longitudinales muestran que un 65-85 de los niños se recupera de la alteración de la fluidez, y la gravedad del trastorno de la fluidez a los 8 años predice la recuperación o la persistencia del trastorno durante la adolescencia y después.
Como la comunicación social (pragmática) depende del progreso adecuado del desarrollo del habla y el lenguaje, el diagnóstico del trastorno de la comunicación social (pragmático) es raro entre los niños de menos de 4 años. Al llegar a los 4 o 5 años, la mayoría de los niños debería tener capacidades del habla y del lenguaje suficientes como para permitir la identificación de deficiencias específicas en la comunicación social. Las formas más leves del trastorno pueden no resultar evidentes hasta la adolescencia temprana, cuando el lenguaje y las interacciones sociales empiezan a ser más complejas.
El resultado del trastorno de la comunicación social (pragmático) es variable, con algunos niños que mejoran sustancialmente con el tiempo y otros cuyas dificultades persisten hasta la edad adulta. Incluso entre los que tienen una mejoría significativa, las deficiencias tempranas en la pragmática pueden causar alteraciones duraderas en las relaciones y los comportamientos sociales, y también en la adquisición de otras capacidades relacionadas, como la expresión escrita.
9.- De los siguientes trastornos, ¿cuál NO se incluye en los trastornos depresivos del DSM-5?
1) Trastorno de depresión mayor
2) Trastorno disfórico premenstrual
3) Trastorno ciclotímico
4) Trastorno depresivo persistente (distimia)
10.- ¿En cuál de los siguientes trastornos el comienzo tiene lugar típicamente en la segunda o tercera década, aunque aproximadamente, un 40 % de los sujetos diagnosticados durante la edad adulta refiere haber experimentado síntomas antes de los 10 años de edad?
1) Pesadillas
2) Trastorno de ansiedad por separación
3) Trastorno de ansiedad social
4) Síndrome de las piernas inquietas
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El comienzo del SPI tiene lugar típicamente en la segunda o tercera década. Aproximadamente, un 40 % de los sujetos diagnosticados con SPI durante la edad adulta refiere haber experimentado síntomas antes de los 10 años de edad. Las cifras de prevalencia aumentan continuamente con la edad hasta aproximadamente los 60 años, pero los síntomas se estabilizan o disminuyen ligeramente en los grupos de edad más avanzada. En comparación con los casos no familiares, el SPI familiar tiene normalmente una edad de comienzo más joven y un curso más lentamente progresivo. El curso clínico del SPI difiere según la edad de inicio. Cuando el inicio sucede antes de los 45 años, aparece a menudo una lenta progresión de los síntomas. En el SPI de inicio tardío es típica la progresión rápida y son frecuentes los factores que agravan el trastorno. Los síntomas del SPI son similares a lo largo de la vida y permanecen estables o disminuyen ligeramente en los grupos de edad avanzada.
El diagnóstico de SPI en los niños puede ser difícil por el componente de autoinforme. Mientras que el Criterio A en los adultos asume que es el paciente quien que refiere la "necesidad imperiosa" de mover las piernas, el diagnóstico pediátrico requiere una descripción con las propias palabras del niño más que por parte de los padres o del cuidador. Típicamente, los niños de 6 o más años de edad son capaces de proporcionar descripciones detalladas y adecuadas del SPI. Sin embargo, los niños utilizan o entienden pocas veces la expresión "necesidad imperiosa", y refieren en cambio que "tienen que" o "han de" mover las piernas. Además, posiblemente a causa de los largos períodos que han de permanecer sentados en clase, dos tercios de los niños y adolescentes refiere sensaciones parecidas en las piernas durante el día. Así, en relación con el Criterio A3, es importante comparar el tiempo que pasan sentados o echados durante el día con el que pasan sentados o echados durante la noche. El empeoramiento nocturno tiende a persistir incluso en el contexto de un SPI pediátrico. Al igual que en el SPI de los adultos, existe un impacto negativo significativo sobre el sueño, el ánimo, la cognición y la función. El deterioro en los niños y los adolescentes se manifiesta más a menudo en los dominios comportamental y educacional.