Hola a todos!!
Mi nombre es Lucía Rodríguez. Aquí va mi experiencia!!! Espero que os aporte!!
Nº Aciertos: 142
Nº Errores: 33
Nº en Blanco: 0
Puntuación Total:82,4091
Baremo: 8,55
Posición: 97 (definitivo)
Nº de convocatorias: 3 convocatorias, 2 en serio.
Puesto estimado por las academias (si lo sabéis): nunca metí mi examen, así que no lo se.
¿Por qué decidisteis empezar a preparaos el PIR?, ¿cómo ha sido vuestro camino hasta llegar aquí?, ¿cuánto tiempo le habéis dedicado?
Desde tercero de carrera aproximadamente, comencé a interesarme por el mundo del PIR. Si soy sincera, desde el momento que vi la formación que te ofrecía la plaza, lo tuve claro. Además, en 4º de carrera tuve la oportunidad de hacer mis prácticas externas en la sanidad pública. El hecho de ver de cerca cómo se trabajaba me animó aún más a tomar la decisión. Yo quería ser psicóloga clínica y el PIR era la única opción.
El camino no ha sido fácil (como para todos nosotros). Los altibajos que se comentan siempre, son reales… ¡más reales de lo que yo esperaba!
En mi caso, empecé el estudio en septiembre del año 2017, justo al terminar la carrera. Objetivamente, ese primer recorrido de septiembre a enero fue “light”. Me leí los esquemas de clase, completé alguna asignatura, y poco más. No me dio tiempo de mirar todo el material así que fui al examen con “lo más importante”. Obviamente no tuve plaza, pero la experiencia del examen me motivó muchísimo a seguir. Tenía claro que el momento de trabajar duro empezaba tras ese examen.
Mi segundo y tercer año fue bastante parecido. Ambos años trabajé en una tienda a media jornada de marzo a julio aproximadamente. Esto último hizo que el estudio fuera de mucha más calidad. Organizándome unas horas exactas de estudio me daba sensación de rentabilidad: estudiaba 4 horas (de calidad) y trabajaba otras 4. Me hizo muy bien y no me arrepiento. Es verdad que supone un desgaste mayor (a nivel físico y psicológico) pero también ayuda a desconectar del mundo PIR. El que por unos meses puedas vivir no solo para la oposición, para mi fue una liberación. La diferencia principal entre ambas convocatorias fue que los primeros meses de estudio de mi segundo año (marzo-septiembre) fueron más intensos que los de esta última convocatoria. Yo partía de una base más floja, y tenía mucho que recuperar.
De septiembre a diciembre (enero) me dediqué única y exclusivamente a estudiar. Esta última convocatoria me preocupé más de que las horas invertidas fueran de calidad (fuera móvil). No autoengañarse es fundamental. Así que fui muy constante en mi método de estudio: si estudiaba 8 horas, procuraba que 7:30 al menos fueran estudiando de verdad.
¿Cuál ha sido el método de estudio que habéis seguido? (Materiales, manuales, academias, resúmenes, simulacros...)
La verdad que el método de estudio empleado ha ido variando conforme han pasado los meses. En mi opinión, la oposición es una oportunidad increíble para conocerte. Poco a poco te vas dando cuenta de lo que te funciona y lo que no. Hay muchos recursos, muchas cosas que usa mucha gente, pero al final, si a ti no te funciona pues no te funciona, por genial que sea. Creo que intentar hacer el proceso lo más tuyo posible es fundamental. Está genial que te proporcionen unas pautas, pero al final, nadie mejor que tú conoce lo que te favorece y lo que no.
En mi método de estudio nunca han faltado los esquemas propios. Elaborar un tema me ayudaba muchísimo a ir consolidando información. Es cierto que a la hora de la verdad, lo que más utilizaba era los esquemas de clase proporcionados por mi academia. También me aportaba muchísimo estudiar por tarjetas: escribía lo más importante de cada asignatura y recurría a ello para repasar. Otro recurso que también utilicé mucho fueron unas libretas que también elaboré yo (con lo más importante de cada asignatura). Este último año también leí algún que otro manual de referencia. No lo hice para “estudiar” como tal, sino para incorporar algo de información nueva. Al llevar 3 convocatorias, el hecho de leer lo mismo redactado de forma distinta me proporcionaba una amplitud de los conceptos que luego me ayudaban a la hora de contestar preguntas.
Siempre he estado en la misma academia. Me preparé con CEDE durante las 3 convocatorias (en distinta modalidad, eso sí). El primer año acudía a clase 3 días en semana, el segundo año solo los sábados y el tercero opté por la modalidad online con clases grabadas. Todos los cursos me aportaron mucho. Depende del momento en el que te encuentres, verás más factible uno u otro. Sin duda, elegir la modalidad online fue un acierto. Por circunstancias personales no pude estar en una ciudad con cede presencial. Sin embargo, el tener las clases en ese formato me hacía sentirlos muy cerca.
Hice los simulacros (recomiendo hacerlos siempre). Esta última vez también probé a hacer simulacros de otras academias. Esto me frustró un poco, porque los resultados no eran buenos (en los simulacros, en general, no obtenía buenos resultados) pero me ayudó a ver distintos modos de preguntar, a familiarizarme con preguntas desconocidas y sobretodo a acostumbrarme a ellas: podía pasar el día de la verdad y de hecho pasó. Teniendo en cuenta la dinámica de los últimos años, creo que cuanta más información tengamos, mejor. Muchas veces veía el simulacro como un enemigo, y hoy me doy cuenta que es todo lo contrario. Es mucho mejor enfrentarse a preguntas complicadas, rebuscadas… a priori, esto te hará más resistente al examen real. Fallar cosas ahora es positivo, disminuye las probabilidades de fallarlas el día que no debes fallar.
No recomiendo obsesionarse con las netas, con los percentiles… Sé que es muy fácil decirlo desde mi postura, pero de verdad que siento que no es representativo y que anima más a la comparación (tóxica) que a la superación. Tu compites contigo mismo.
Y por último... ¿cuál creéis que es el secreto para conseguir una plaza?, ¿qué consejos daríais?
Sin duda alguna, creo que la clave para la plaza, en mi caso, estuvo en confiar en que en algún momento iba a sacarla. Visualizarme (de verdad y a conciencia) me hizo creer que todas las horas invertidas no iban a ser en vano. Que algún año (dependiendo también de factores externos como la suerte) iba a ser el mío. Algunos días me visualizaba en el ministerio, contándoselo a mis familiares y amigos… no sé, puede parecer una bobería, pero el tener claro qué es lo que quieres ayuda mucho a confiar en que llegará. De hecho, los días post-pir en los que jamás pensé que iba a tener plaza, ya estaba pensando en como iba a organizarme en esta nueva convocatoria. Tenía clarísimo que lo iba a sacar tarde o temprano. Creo que este sentimiento (aunque luego no se consiga) anima mucho a continuar, a no desistir.
Un ejercicio que me planteaba siempre que me daban los bajones era:
- Piensa en ti dentro de 10 años. ¿Cómo y dónde quieres estar?. En mi caso la respuesta era siempre la misma: quiero estar trabajando como psicóloga clínica. En este caso, nos guste más o menos, no hay otra opción. El PIR es lo que tienes que conseguir si lo que quieres es ejercer como tal, así que ese era el camino.
Otro factor fundamental para mi para conseguir la plaza este año fue la actitud en el examen. Los primeros 20 minutos me vine abajo, porque las preguntas por las que había comenzado no fueron del todo bien. No dejé que me pasara lo mismo que la convocatoria anterior (en mi segunda convocatoria perdí completamente el control, dudé de mi: de lo que sabía y de lo que no, cambié opciones de respuesta… un caos).
Decidí cambiar de bloque de preguntas, confiar en todo lo que había estudiado y sobretodo, confiar en mi intuición y en mi criterio. Intenté razonar incluso lo irrazonable y confiar en la opción elegida, hasta el final, sin titubear.
Si puedo dar algún consejo desde mi posición, optaría por deciros lo que me diría a mi misma si ahora mismo tuviera que volver a empezar este camino: no te machaques, tu eres el motor de la máquina y al final, si tu no estás a tope, nada puede ir bien. Desconecta cuando lo necesites, para una semana si es necesario. Todo esto, aunque al principio solo te genere culpa, va a traerte a largo plazo mejores resultados. No te mortifiques en cada día malo, cada semana mala, cada simulacro malo… aprovecha tus fallos para enriquecerte.
¡DESCANSA! Todo lo que te pida el cuerpo. Está bien ser responsables, ser rígidos, ser constantes, pero también está bien aflojar la exigencia cuando así nos lo pida el cuerpo. No llegues al límite porque al final todo lo conseguido se vendrá abajo.
Se que esto último que voy a decir puede sonar “inapropiado”, sobretodo desde mi posición, pero les diría que no lo dejen, que no se rindan. No he comenzado la residencia, no se si habrá dispositivos que me gusten más o menos, no sé si estaré al 100% a gusto en mi hospital... Pero a día de hoy, y con los ojos cerrados digo que solo por la satisfacción personal tan grande que se siente al ver tu número en las listas, merece la pena.
Muchísima fuerza a todos. Hace exactamente 4 meses, estábamos todos en la misma circunstancia, en el mismo examen. El año que viene, puedes ser tu el que escriba estas palabras. ¡CONFÍA!
Cualquier cosa, estoy por aquí, no duden en consultarme o preguntar cualquier duda
.