Una de las teorías orgánicas clásicas (H. Jackson) del fenómeno alucinatorio sostiene que éste deriva de:
1. Liberación de la actividad nerviosa en zonas corticales sensoriales primarias, por una pérdida de la inhibición de las zonas corticales o subcorticales de asociación dañadas por diversos procesos patológicos.
2. Un número creciente de neuronas corticales, la abundancia de placas seniles, la degeneración neurofibrilar, y la acumulación creciente de lipofuscina.
3. Una actividad noradrenérgica incrementada, debido posiblemente a la existencia de hiperactividad del locus coeruleus, principal origen de neuronas noradrenérgicas del sistema nervioso central.
4. Una excesiva producción de dopamina por parte de las neuronas que la transmiten, un déficit de la cantidad de dopamina en la unión sináptica, y una hiperactividad funcional de las neuronas receptoras.
1. Liberación de la actividad nerviosa en zonas corticales sensoriales primarias, por una pérdida de la inhibición de las zonas corticales o subcorticales de asociación dañadas por diversos procesos patológicos.
2. Un número creciente de neuronas corticales, la abundancia de placas seniles, la degeneración neurofibrilar, y la acumulación creciente de lipofuscina.
3. Una actividad noradrenérgica incrementada, debido posiblemente a la existencia de hiperactividad del locus coeruleus, principal origen de neuronas noradrenérgicas del sistema nervioso central.
4. Una excesiva producción de dopamina por parte de las neuronas que la transmiten, un déficit de la cantidad de dopamina en la unión sináptica, y una hiperactividad funcional de las neuronas receptoras.